sombras entre las líneas de colores 2

Eran esos días de verano en la ciudad de México, días dónde las mañanas son calurosas y húmedas, mañanas claras y sin contaminación, al medio día hay sol y por ahí de las cinco de la tarde, nuestro querido dios Tlaloc juega con nuestras emociones y sentimientos y caen lluvias que inundan todas las avenidas importantes . En esos días solo se tiene dos opciones , la primera es esperar un poco a qué la lluvia y el caos pasen y la segunda es salir corriendo de la ofi antes que Tlaloc haga de las suyas y muestre nuestra vulnerabilidad al enfrentarnos a la caída violenta del agua directa del cielo ( la Ciudad de México siempre ha sido así, los cambios climáticos solo ha bajado un poco la intensidad de las lluvias en la ciudad )
Esos días cuando trabajaba en la universidad , convivía con mis amigos de la facu y dónde mis excéntricos jefes fueron mis profesores (por todos ellos  y cada uno sentía un gran cariño) , ahí fué a ahí en esa atmósfera protectora dónde el mundo parecía un lugar más cíclico y estable...

Te llamé por teléfono para pedirte mis planos , me diste tu e-mail y  te envié la información , llevábamos procesos conforme se nos fue indicando , un día me dijeron que asistirias a una junta y que yo la tenía que organizar y dirigir por ser la experta en el tema. 

No sé que te dijeron de mi, quiza te advirtieron de mi carácter o que se yo... cosas que se inventa la gente.
Estaba enojada porque yo quería seguir dibujando y tenia yo que tomar notas y explicarte cosas de la junta , pensé ... Será tonto ? O porque tengo yo que explicarle a este tipo su trabajo .

A los pocos minutos me di cuenta que no estabas entendiendo nada , me diste tanta ternura por eso, quise rescatarte y yo estaba sentada enmedio de mis jefes como símbolo de protección. Analizaste perfectamente de que manera me trataban ellos y la forma en la que yo direccionada las conversaciones en esa junta .
Mi gran sorpresa fue  que tenías ya todos mis planos terminados y creo que puse una sonrisa gigante , esa sonrisa fue muy personal , muy sincera .
Nos poníamos nerviosos y ese nerviosismo desaparecía conforme hablábamos de la estructura del edificio y de los planos... esos benditos  planos .

Días después organizabamos varias  juntas para realmente nada , nos mandabamos cien correos al día para discutir hasta los acentos de los planos . Mis jefes me miraban mientras te hacían  traducciones, me sentaba al lado tuyo en forma automática, me escondía en mis sombras intentando dibujar cuando otros hablaban. 
Te traducía mientras dibujaba en mi cuaderno, mirarte a los ojos me ponía nerviosa , me sentía como una princesa árabe completamente atormentada por una presencia exótica y extranjera .

En algunas semanas nos contamos todo, nuestras parejas actuales, tus hijos, nuestros trabajos, nuestras cortas e insignificantes vidas fueron transmitidas  en correos electrónicos y mensajes de texto, fluidez y calidez humana , acercamiento como a un amigo real. Me inspitaban tus visitas a mi universidad , varias veces se me caían objetos de las manos y los recogias para ponerlos suevemente en la mesa, admiraba tus manos de reojo mientras seguía dibujando o escribiendo.

Antes de eso yo creía que era invisible , mi novio había dejado de admirarme por haber abandonado mi empleo en una empresa corporativa con un sueldo fijo y estable por mandar todo directamente a la chingada y dedicar mi tiempo a la vida hippie de la universidad y hacer proyectos directamente relacionados con mi profesion.

En ese tiempo me diste seguridad , me diste bellas palabras, invertimos horas en conocernos y ser amigos. Fueron los mejores procesos de diseño, me enamore profundamente de mi trabajo, me enamoré de lo que yo era sentada a tu lado, me enamore de nuestras juntas laborales  donde te explicaba todo y me escuchabas atentamente como si mis palabras fueran un decreto de la realeza.

Habías nacido  en Madrid, vivías en México porque tú esposa no quería vivir en España, te mudaste con ella y tus dos hijos, trabajabas en un corporativo de ingeniería y tú segundo empleo fue dibujar mis planos. 

Así se comportan las sombras, así caminan entre nosotros; las historias compartidas , las historias que recordamos y que contamos no son la visión de 360 grados que necesitamos ver para entender los procesos. Me tomaste de la mano accidentalmente mientras escaneabamos unos dibujos, y ahí empezó todo ... una energía que se genera en la cabeza y baja hasta el útero, una energía cálida interpretada en mi materialidad como temblor en las manos. Adrenalina, dopamina y endorfinas liberandose como fuegos artificiales en mi cerebro . La más aterradora de las drogas , la más letal de mis adicciones ... Ahí ese eras tú, mirándome intensamente , deseando tocarme y lo deseabas tanto... que pude sentir el roce de tu piel en la mía con una sola de tus miradas .

Ojalá tuviera esos ojos con los que me has mirado. Siempre me repetias esa frase.



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